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Puede haber más de una solución

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Más de Un Modo de Desollar un Gato: Aventuras en Pensamiento Crítico

¿Cuántas veces te has atrapado a ti mismo diciendo que no puede existir otra solución – y que este problema te lleva a un callejón sin salida? ¿Cuántas veces te has sentido confundido sabiendo que el problema que tienes ante ti es uno que no puedes resolver? No hay pistas. No hay opciones. No hay soluciones.

¿Sentiste como si tu habías agotado  todas las opciones posibles y, sin embargo, aún estás delante de una montaña – grande, invencible e inexpugnable? Cuando te encuentras con problemas tan enormes puedes sentir como si estuvieras golpeando contra una montaña de acero. La presión de tener que resolver un problema puede ser abrumadora.

Sin embargo, ¡regocíjate! ¡Todavía puede haber algo de esperanza!

Con alguna técnica creativa para resolver problemas puedes ser capaz de mirar el problema desde una perspectiva diferente. Y esa luz podría ser el final del túnel que conduce a las posibles soluciones.

En primer lugar, a la luz de la solución creativa de problemas, debes tener la mente abierta al hecho de que puede haber más de una solución al problema. Y debes estar abierto al hecho de que pueden existir soluciones a los problemas que tu creías que eran imposibles de resolver.

Ahora, con esta actitud optimista, podemos intentar ser un poco más creativos en la solución de nuestros problemas.

Número uno, tal vez la razón por la que no podemos resolver nuestros problemas es porque no hemos mirado seriamente cual es el problema. Aquí, tratar de comprender el problema y tener un conocimiento concreto de su funcionamiento es parte integral de su solución. Si sabes cómo funciona, cuál es el problema, entonces tienes una mejor base para resolverlo.

No trates de hacer una oración simple de lo que es el problema. Trata de identificar las entidades participantes y cuáles son las relaciones entre sí. Toma nota de las cosas que puedes ganar y perder con el problema actual. Ahora tienes una declaración de cuál es el problema.

Número dos, tratar de tomar nota de todas las limitaciones y supuestos que tienen las palabras del problema. A veces son estos supuestos los que obstruyen nuestra visión de las posibles soluciones. Hay que identificar cuales hipótesis son válidas, qué supuestos deben ser abordados.

Número tres, trata de resolver el problema por partes. Resuelve desde el punto de vista general hacia las partes más detalladas del problema. Esto se llama el enfoque de arriba-abajo. Escribe la pregunta y luego escribe una oración con la solución. La solución debería tener una declaración general de lo que va a resolver el problema. A partir de aquí se puede desarrollar una solución más avanzada y aumentar su complejidad poco a poco.

Número cuatro, aunque ayuda  tener pensamiento crítico para abordar la solución de un problema, también debes mantener la voz creativa y analítica detrás de tu cabeza. Cuando alguien viene con una posible solución trata de pensar cómo podrías hacer para que la solución funcione. Trata de ser creativo. Al mismo tiempo, busca grietas en la armadura de esa solución.

Número cinco, vale la pena recordar que puede estarse desarrollando más de una solución al mismo tiempo. Trata de llevar un registro de todas las soluciones y su evolución. Recuerda que puede haber más de una solución al problema.

Número seis, recuerda el viejo adagio que dice «dos cabezas piensan mejor que una”. Esto es tan verdadero como parece. Siempre está abierto a nuevas ideas. Sólo con escuchar todas las ideas que cada persona tiene te puedes beneficiar. Esto es especialmente cierto cuando la persona con la que estás hablando ha tenido experiencia resolviendo problemas similares al tuyo.

No tienes que ser un Gung-ho, héroe solitario, para resolver el problema. Si puedes organizar una reflexión colectiva sobre el tema, será mucho mejor.

Número siete, se paciente. Mientras perseveres hay una posibilidad de que la solución se presente. Recuerda que nadie fue capaz de crear un invento de primera vez.

Los ejercicios de pensamiento creativo también pueden ayudarte en tu búsqueda de ser un solucionador de problemas más creativo.

He aquí un ejemplo.

Toma un pedazo de papel y escribe en el centro cualquier palabra que venga a tu mente. Ahora mira la palabra y a continuación escribe las dos primeras palabras que vengan a tu mente. Puedes continuar haciéndolo hasta que puedas construir un árbol de palabras relacionadas. Esto  te ayuda a desarrollar habilidades analógicas y a fortalecer tus procesos creativos.

Entonces, la próxima vez que veas un problema que tú pienses que no puedes resolver, piensa de nuevo. La solución podría estar mirándote fijamente a la cara. Todo lo requieres es  un poco de creatividad, un poco de planificación y un montón de trabajo

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