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Crecer Espiritualmente

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Crecimiento Espiritual: el Desafío Espiritual de los Tiempos Modernos

Crecer espiritualmente en un mundo definido por el poder, el dinero, y la influencia es una tarea hercúlea. Las comodidades modernas tales como equipos electrónicos, aparatos y herramientas, así como el entretenimiento a través de la televisión, las revistas y la web nos han predispuesto a limitar nuestra atención principalmente a las necesidades físicas y deseos. Como resultado, se confunden los conceptos de valía personal y propósito en la vida. ¿Cómo podemos lograr un equilibrio entre los aspectos materiales y espirituales de nuestras vidas?

Para crecer espiritualmente hay que mirar hacia adentro.

La introspección va más allá de recordar las cosas que sucedieron en un día, una semana o en un mes. Es necesario examinarte detenidamente y reflexionar sobre tus pensamientos, sentimientos, creencias y motivaciones. Examina periódicamente tus experiencias, las decisiones que tomas, las relaciones que tienes y las cosas a que te dedicas con el fin de obtener conocimientos útiles sobre tus metas de vida, y sobre los rasgos buenos que debes mantener y los rasgos malos que debes desechar. La introspección te da pistas sobre cómo actuar, reaccionar y comportarte en medio de cualquier situación. Como cualquier otra habilidad, la introspección puede ser aprendida, todo lo que necesitas es el coraje y la voluntad de buscar las verdades que se encuentran dentro de ti. Éstos son algunos consejos para cuando practiques la introspección: se objetivo, perdónate a ti mismo, y céntrate en tus áreas de mejora.

Crecer espiritualmente es desarrollar tus potencialidades.

La religión y la ciencia tienen diferentes puntos de vista sobre los asuntos del espíritu humano. La religión ve a las personas como seres espirituales que viven temporalmente en la Tierra, mientras que la ciencia ve al espíritu sólo como una dimensión del individuo. El dominio de sí mismo es un tema recurrente en ambas enseñanzas cristianas (occidental) e islámica (oriental). Son reconocidas las necesidades del cuerpo pero son colocadas por debajo de las necesidades del espíritu. Creencias, valores, moral, reglas, experiencias y buenas obras proveen un plan detallado para asegurar el crecimiento del ser espiritual. En psicología, la realización de tu potencial completo es a la autorrealización. Maslow identificó varias necesidades humanas: de seguridad, fisiológicas, de pertenencia, estima, cognitivas, estéticas, de autorrealización y auto-trascendencia. Anteriormente James había clasificado estas necesidades en tres: materiales, emocionales y espirituales. Cuando se han satisfecho las necesidades básicas fisiológicas y emocionales, las necesidades espirituales o existenciales vienen a continuación. El logro de cada tipo de necesidad conduce al desarrollo total del individuo. Tal vez la diferencia entre estas dos religiones y la psicología es la finalidad que tiene el auto-desarrollo: el cristianismo y el Islam ven el crecimiento personal como un medio para servir a Dios, mientras que la psicología lo ve como un fin en sí mismo.

Crecer espiritualmente es buscar un propósito.

Las religiones como el cristianismo, el judaísmo y el islam que creen en la existencia de Dios suponen que el propósito de la vida humana es servir al Creador de todas las cosas. Varias teorías de la psicología, proponen que nosotros, en última instancia, somos los que le damos sentido a nuestras vidas. Tanto si creemos que el propósito de la vida está predeterminado o es auto-dirigido de lo hay que darse cuenta es de que crecer en el espíritu no se limita a existir. Al nacer no sabemos cuál es el propósito de nuestras vidas, pero adquirimos el conocimiento y la sabiduría a través de nuestras interacciones con la gente y de nuestras acciones y reacciones a las situaciones que están presentes. A medida que se descubre este sentido, hay que rechazar y afirmar ciertas creencias y valores. Nuestra vida tiene un propósito. Este objetivo pone todo nuestro potencial físico, emocional e intelectual en uso, nos sostiene en tiempos difíciles, y nos da algo que esperar — una meta que alcanzar para llegar a un destino. Una persona sin propósito o significado es como un barco a la deriva en el mar.

Crecer espiritualmente es reconocer las interconexiones.

Las religiones enfatizan el concepto de nuestra relación con toda la creación viva e inanimada. Además se llama a otras personas «hermanos y hermanas», incluso si no hay relaciones de parentesco directo. Por otra parte, las religiones en una sola deidad como el cristianismo y el Islam nos hablan de la relación que existe entre los seres humanos y un ser superior. Por otra parte, la ciencia expone nuestro vínculo con los demás seres vivos a través de la teoría de la evolución. Esta relación se ve claramente en el concepto de la ecología, la interacción entre los seres vivos y los seres no vivos. En la psicología, la conexión es una característica de auto-trascendencia, la necesidad humana más alta de acuerdo a Maslow. Reconocer tu conexión con todas las cosas te hace más humilde y respetuoso de las personas, animales, plantas, y de las cosas en la naturaleza, te hace apreciar todo lo que te rodea, te mueve a ir más allá de tu zona de confort y llegar a otras personas, ya convertirte en administrador de todas las otras cosas a tu alrededor.

El crecimiento en el espíritu es un proceso del día a día. Hemos ganado algunas cosas, perdemos algunas cosas, pero lo importante es lo que se aprende, y con ese conocimiento, un mayor crecimiento espiritual se hace posible.

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