“Quien se controla a sí mismo, no tendrá dificultad alguna para gobernar con eficacia. Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás” Confucio.
Poder confiar en nuestra capacidad de Autocontrol nos hace más dueños de nuestra vida y nos permite sentirnos MUCHO más a gusto con ella. Jota Efe.
Mientras se nos de la oportunidad de permanecer con esta forma en esta dimensión de formas perecederas, debemos saber aprovechar el tiempo en pro de nuestro crecimiento espiritual, el único legado que nos podemos llevar cuando nos corresponde dejar este plano.
Para ello, es importante el autoconocernos, determinar nuestras debilidades, todas esa contaminaciones que nos afectan en nuestro comportamiento, acciones, en todo aquello que nos haga feliz y que podamos compartir con quienes hemos seleccionado en esta vida mientras permanecemos en ella.
Debemos mantenernos activo en todo lo que nuestro autoconocimiento nos puede propiciar en nuestro crecimiento, asegurarnos una conducta, comportamiento que nos favorezca en nuestras interrelaciones. Podemos lograrlo cuando nos proponemos cumplir con una disciplina personal que proporcione seguridad, confianza, responsabilidad en todo lo que nos proponemos alcanzar.
Concretamente debemos manejar adecuadamente los que los hindúes denominan ârtha el dominio de sí mismo, el autocontrol y la disciplina personal.
Debemos proponernos alcanzar el Moksha, que es la gran liberación final de todas y cada una de las ataduras que nos retienen en nuestro progreso espiritual. Quien ha conseguido moksha no teme nada, a diferencia de las otras metas que siempre están limitadas por la muerte, como el dharma, el kâma. El dharma ha sido interpretado de mil maneras, pero en el fondo todas coinciden en que se trata del camino recto del deber. kâma el placer. Se trata del placer en estado puro, o sea la capacidad de alcanzar satisfacciones
Se nos dice, que ârtha se centra en el ejercicio del dominio, y sólo quien ha aprendido a obedecer está capacitado para mandar: los niños se encuentran en la situación de obedecer, y dado que ârtha también implica ejercer el autodominio, todos tenemos que retornar a un estado de inocencia espiritual que sirva como base adecuada para alcanzar plenamente esta meta
En nuestro avance espiritual, debemos prestarle por tanto mucha atención al autocontrol, de una manera muy especial a la manera de cómo manejamos, gerenciamos nuestras emociones y los sentimientos que se derivan de ellas, todas transformadas en energía.
Se sabe, que el Autocontrol puede definirse como la capacidad para actuar de acuerdo con lo que deseamos, evitando las consecuencias negativas que puede tener nuestra conduct.
Alexis Colina, al respecto nos recuerda, que las emociones nos dan muchas pistas acerca de por qué hacemos lo que hacemos. Su supresión nos priva de esta información. Por otra parte, tratar de suprimirlas no hace que desaparezcan; las deja libres para que salten en cualquier momento.
El control de las emociones es algo muy distinto de su supresión. Significa comprenderlas y, luego, utilizar esta comprensión para transformar las situaciones en nuestro beneficio. Para Goleman, las dos habilidades primarias de la “autorregulación” (manejar impulsos y vérselas con las inquietudes)están en el corazón de cinco aptitudes emocionales que son:
1– Autodominio. Manejar efectivamente las emociones y los impulsos perjudiciales.
2- Confiabilidad. Exhibir honradez e integridad.
3- Escrupulosidad. Responsabilidad en el cumplimiento de las obligaciones.
4- Adaptabilidad. Flexibilidad para manejar cambios y desafíos.
5- Innovación. Estar abierto a ideas y enfoques novedosos y a nueva información.
Plantea Goleman que las personas que demuestran “autodominio”:
- Manejan bien los sentimientos impulsivos y las emociones perturbadoras.
- Se mantienen compuestas, positivas e imperturbables, aún en momentos difíciles.
- Piensan con claridad y no pierden la concentración cuando son sometidas a presión
Colina nos recuerda además, que es importante tener siempre en cuenta que son nuestros propios pensamientos, cambios corporales y comportamientos los que desencadenan nuestras respuestas emocionales, y no los actos de otra persona o los acontecimientos exteriores. El poder de controlar nuestra cólera y, de echo, todas las demás emociones, está en nuestras manos, y no en las de nuestro antipático jefe o en las de otra persona, y que el dominio de nuestra ira supone hacernos cargo de los componentes de nuestro sistema emocional.
Se nos indica, que consideremos el “autocontrol” como una aptitud y habilidad esencial de la inteligencia emocional. Entre otras cosas, implica identificar cómo influyen en nuestras reacciones factores como: nuestros pensamientos y valoraciones; los cambios fisiológicos que experimentamos ante determinadas situaciones; y los comportamientos y acciones a las que tendemos.
Para “hacernos cargo de nuestros pensamientos y valoraciones” se recomienda: determinar nuestros “pensamientos automáticos”, así como nuestros “pensamientos distorsionados”. Para enfrentarlos se puede acudir a técnicas como: los “diálogos interiores”, y la preparación de “afirmaciones positivas
Por otra parte, debemos también preocuparnos por mantener una disciplina personal en pro de nuestro crecimiento, de saber optimizar nuestros esfuerzos, vida en por de disfrutarla ampliamente mientras se nos da la oportunidad de permanecer con la forma que se nos dio. Optimizar nuestro tiempo, establecer metas que alcancemos y nos garanticen que sus resultados han fortalecido a nuestro espíritu.
Uno debe sorprenderse inatento en sus acciones, determinar como ello ha generado un comportamiento que puede estar afectando nuestro crecimiento y que demanda de una disciplina, de normas, reglas que debemos establecernos a fin de dar solvencia a nuestro autocontrol y que nuestros resultados nos favorezcan, invitándonos siempre estar atento en la manera como nos interrelacionamos , actuamos.
Cuando nos identificamos con la disciplina, responsabilidad de nuestro crecimiento, damos paso a hábitos positivos que se asientan en nuestra vida con éxito, cumpliéndose lo que se comenta, que es una prueba de que controlamos nuestra vida y garantizan felicidad, logros. Dejar libradas al azar todas las circunstancias de nuestra vida no es una decisión sabia, algunos indican. Habrá cosas que sí, pero en general requiere un poco de disciplina, voluntad a fin de establecer hábitos positivos y saludables en nuestra vida.
Autor: Carlos Mora Vanegas