Es un derecho natural de cada ser humano ser feliz y escapar de todas las miserias de la vida. La felicidad es la condición normal y es tan natural como los paisajes y las estaciones. Es anti-natural sufrir y es sólo a causa de nuestra ignorancia que sufrimos.
La felicidad es el producto de la sabiduría. Para alcanzar la sabiduría perfecta, para entender plenamente el propósito de la vida, para darse cuenta por completo de la relación de los seres humanos entre sí, se debe poner fin al sufrimiento, escapar de toda desgracia y del mal que nos aflige. La perfecta sabiduría es alegría sin sombras.
¿Por qué sufrimos en la vida?
Porque en el esquema natural estamos siendo forzados a ir hacia adelante en la evolución y porque carecemos de la iluminación espiritual que es la única que puede iluminar el camino y nos permite movernos con seguridad en medio de los obstáculos que tenemos por delante.
Por lo general, ni siquiera vemos o sospechamos la presencia de problemas hasta que repente saltan sobre nosotros como un tigre escondido. Un día nuestro círculo familiar está completo y feliz. Una semana más tarde la muerte ha venido y se ha ido y la alegría es reemplazada por la agonía. Hoy tenemos un amigo. Mañana será un enemigo y nosotros no sabemos por qué. Hace poco tuvimos la riqueza y todos los lujos materiales. Hubo un cambio repentino y ahora tenemos sólo la pobreza y la miseria.
Sin embargo, buscamos en vano la razón a la que se debe esto. Hubo un tiempo cuando tuvimos salud y fuerza, pero ambas han partido y no aparece ningún rastro del por qué. A partir de estas tragedias más grandes de la vida innumerables cosas de menor consecuencia nos traen continuamente pequeñas miserias y males menores. Deseamos evitarlos de todo corazón pero nunca los vemos hasta que nos golpean, hasta que en la oscuridad de nuestra ignorancia tropezamos con ellos. Lo que nos falta es la iluminación espiritual que nos permita mirar muy lejos y encontrar las causas ocultas del sufrimiento humano revelando el método por el cual puede ser evitado.
Pero si podemos alcanzar la iluminación el viaje evolutivo puede hacerse confortable y rápidamente. Es como si tuviéramos que pasar a través de una habitación larga y oscura, llena de muebles dispersos desordenadamente. En la oscuridad nuestro progreso sería lento y doloroso y nuestros moretones serían muchos. Pero si pudiésemos presionar un botón que encendiese la luz eléctrica, podríamos hacer el mismo viaje de forma más rápida y con total seguridad y confort.
El viejo método de educación era llenar la mente con tantos hechos o supuestos datos como pudiesen ser acumulados, y darle cierto brillo exterior a la personalidad. La teoría era que cuando un hombre nacía era un ser humano completo y todo lo que se podía hacer por él era cargarlo con información que pudiese ser usada con más o menos habilidad, de acuerdo con la capacidad natural con la que él había nacido.
La idea teosófica es que el hombre físico no es sino una expresión muy parcial del ser, ya que en el ego de cada uno hay poder y sabiduría prácticamente ilimitados que pueden ser traídas dentro de la expresión física de este mundo así como en el cuerpo físico y su contraparte invisible, los cuales en conjunto constituyen el vehículo complejo de manifestación del ego; que han evolucionado y se han adaptado a su propósito; y que en proporción exacta al esfuerzo consciente le es dado cierto auto-desarrollo donde serán alcanzadas la iluminación espiritual y la sabiduría.
Así, la luz que conduce a la felicidad es encendida desde el interior y el viaje evolutivo que todos estamos haciendo puede ser despojado de su sufrimiento.
¿Por qué la muerte trae miseria?
Principalmente porque ella nos separa de aquellos que amamos. La única otra razón por la que la muerte nos trae dolor o miedo es porque no la entendemos ni comprendemos la parte que juega en la evolución humana, pero en el momento en que nuestra ignorancia cede el paso a la comprensión tal miedo se desvanece y una serena alegría toma su lugar.
¿Por qué tenemos enemigos cuyas palabras o actos nos hacen sufrir? Porque en nuestra limitada consciencia física no percibimos la unidad de toda vida ni nos damos cuenta que nuestro pensamiento y acción errada tienen que actuar sobre nosotros a través de otra gente, y que es una situación de la cual no es posible escapar excepto a travès de dejar de pensar mal y esperando con paciencia el momento cuando las causas que ya has generado estén completamente acabadas. Cuando la iluminación espiritual llega y no tropezamos en la noche de la ignorancia por más tiempo, el último enemigo desaparecerá y no será más.
¿Por qué la gente sufre pobreza y enfermedad?
Sólo por causa de nuestra torpe ignorancia que hace su existencia posible para nosotros, y porque no comprendemos su significado ni sus lecciones, ni la actitud a asumir hacia ellas. A menos que tengamos la sabiduría para entender por qué vienen a la gente, por qué son factores necesarios en su evolución, no nos preocuparán más. Cuando la lección de la naturaleza está totalmente aprendida, esos maestros silenciosos desaparecerán.
Y así es con todas las formas de sufrimiento que nosotros experimentamos. Ellos son a la vez nuestras reacciones disparatadas e ignorantes y son instructores que nos señalan el mejor camino. Cuando hemos comprendido las lecciones que ellos nos enseñan ya no son necesarios por más tiempo y entonces desaparecen. No es por la adquisición externa de hechos que los hombres se convierten en sabios y grandes. Es a través del desarrollo del alma desde el interior, hasta que ella ilumina el cerebro con el flujo de luz que llamado genio.