Tu Programa de 7 Días Para Manejar el Estrés
Dicen que hay más de una forma de despellejar a un gato. Lo mismo ocurre cuando comienzas a tirar de tus cabellos por toda la frustración, el dolor, la ansiedad, y el estrés. Es un estado de acondicionamiento mental parecido a un trago amargo en la garganta que causa la pérdida del sentido de ti mismo, y peor aún de tu cordura. Tan sólo pensar en ello puede conducir a cualquiera fuera del límite.
Y dicen que la gente proactiva ya está viviendo fuera del límite.
De una persona estresada a otra, sé cómo se siente. Y créeme que hay muchas variantes en lo que respecta al estrés. Enfrentar la vida y cargar con problemas que pueden ser tuyos o no, te arrebata la poca alegría y felicidad que tienes una vez que te dirijas en esa dirección. No puedes culpar a otros por ser como son porque ellos tienen sus propios motivos, así como nosotros tenemos nuestras razones para permitir que el estrés nos agobie. Dicen que todo estrés está en la mente, bueno, ¿De todos modos qué es lo que te molesta?
Hay varias formas de manejar el estrés y finalmente eliminarlo de tu vida uno de estos días. Así que voy a intentar darte un curso de siete días, y te prometo que no va a ser demasiado agotador para el cuerpo ni para la mente.
1. Reconocer el estrés es bueno
¡Haz del estrés de tu amigo! Basándote en respuestas naturales del cuerpo como «lucha o huida», tendrás un estallido de energía que mejorará tu rendimiento en el momento oportuno. He visto a un deportista de alto rendimiento estar totalmente relajado antes de una competición importante. Utiliza con inteligencia el estrés para que te impulses a ti mismo a dar un poco más cuando más cuente.
2. Evita propagar el estrés
La gente estresada propaga de manera indiscriminada el estrés como si fuera un germen, y antes de que te des cuenta ¡te habrás infectado también!
Protégete a ti mismo reconociendo el estrés en los demás y limitando tu contacto con ellos. O si tienes ganas, haz el papel de sanador del estrés y enséñales a manejarse mejor a sí mismos.
3. Aprende de los mejores
Cuando las personas a tu alrededor están perdiendo la cabeza, ¿Quién mantiene la calma? ¿Qué están haciendo de manera diferente? ¿Cuál es su actitud? ¿Qué lenguaje utilizan? ¿Están entrenados y tienen experiencia?
Imagínalo de lejos o siéntense a charlar. Aprende de las personas que manejan mejor el estrés y copia lo que hacen.
4. Practica la respiración profunda socialmente aceptada
Esto es algo que aprendí de un instructor de gimnasia: puedes engañar a tu cuerpo para que se relaje mediante la respiración profunda. Inhala lentamente contando hasta 7 luego exhala contando hasta 11. Repite la respiración 7-11 hasta que tu ritmo cardiaco desacelere, las palmas sudorosas de tus manos se secan y las cosas comienzan a sentirse más normales.
5. Dale luz roja a tus pensamientos estresantes
Es posible que te enredes a ti mismo en un nudo de estrés. «Y Si sucede esto, después podría suceder esto otro, ¡entonces todos iremos para atrás!» La mayoría de estas cosas no suceden nunca, entonces ¿para qué gastar toda esa energía preocupándose innecesariamente?
Dale luz roja a los pensamientos estresantes que corren como un tren y detenlos en sus rieles. Bueno, es que algo puede salir mal – ¿cuánta probabilidad hay, y que puedes hacer para prevenirlo?
6. Conoce los aspectos que disparan el estrés y tus puntos sensibles
Presentaciones, entrevistas, reuniones, difícil retroalimentación, plazos ajustados…. Mi ritmo cardíaco se está acelerando con apenas escribir esto.
Haz tu propia lista sobre las cosas que disparan tu estrés o tus puntos sensibles. Se específico. ¿Te alteras por presentarte ante un tipo determinado de público? ¿Algún proyecto te causa más estrés que otro? ¿Bebes demasiado café?
Saber qué es lo que te causa estrés es algo valioso ya que puedes tomar medidas para que las cosas sean menos estresantes. ¿Necesitas aprender nuevas habilidades? ¿Necesita recursos adicionales? ¿Es necesario cambiarte al café descafeinado?
7. Enciende la vela en un solo extremo
La falta de sueño, mala alimentación y falta de ejercicio causan estragos en nuestro cuerpo y mente. Es algo obvio, pero vale la pena mencionarlo ya que a menudo es ignorado como una técnica para manejar el estrés. Escucha a tu madre ¡y no quemes la vela por ambos extremos!
El estrés puede ser un completo obstáculo, pero eso no debería impedirnos encontrar la paz mental interior que hemos deseado tener por mucho tiempo. En cualquier caso, siempre podemos ir a las Bahamas y disfrutar bajo el sol del verano.