Además de llevar una dieta balanceada (una obligación si quieres estar sano), el ejercicio también tiene que formar parte integral de un estilo de vida saludable y activo. Las personas que realizan ejercicio regular dispersado en toda la semana, y que además lo tienen como un hábito incorporado, tienden a lograr un nivel de estado físico más alto, mucha más fuerza, resistencia y también flexibilidad. Personas con enfermedades cardiovasculares, diabetes, osteoporosis e incluso artritis pueden beneficiarse de niveles controlados de ejercicio.
Como todos los expertos recomiendan, ejercitarse de tres a cinco días a la semana pueden asegurarte una salud óptima y todos sus beneficios.
Estos son algunos tips para comenzar a hacer realidad un programa de ejercicios saludable:
– Prueba unirte a un grupo, gimnasio, clases (de natación, tai chi o baile) o contrata un entrenador personal que te ayude a desarrollar un programa acorde.
– Se realista para con tus objetivos. No intentes tapar el sol con la mano, empieza de a poco y busca pequeñas victorias que a la larga se convertirán en una grande.
– Para tus objetivos, cualquiera que sean, selecciona ejercicios de tu preferencia. Por ejemplo, no realices ejercicios acuáticos si no te gusta la natación.
– No dejes de revisar tus objetivos periodicamente y no dejes de hacer los ajustes necesarios sobre la marcha
– Considera unir a algún amigo o amiga, familiares o a tu pareja para ejercitarse juntos. De esta manera tu programa de ejercicios puede hacerse más llevadero y es más probable que desarrolles el hábito saludable para mantenerte haciéndolo.
Personalmente pienso que la parte más complicada de iniciar un programa de ejercicios es desarrollar el hábito. Creo que ese es el mayor desafío para comenzar cualquier programa. Y es complicado principalmente porque tenemos que luchar contra viejos hábitos y viejas costumbres que tenemos profundamente incorporadas.
La solución que te propongo para lograrlo es dar pequeños pasos, pero que estos pasos sean constantes, incesantes, sin prisa pero sin pausa. El esfuerzo y las reacciones pueden aparecer durante las primeras semanas, pero una vez que lo logres todo será mucho más fácil de realizar, y de paso conseguiremos una mejor salud y una calidad de vida muy distinta a la que teníamos anteriormente.