Uno de los factores que más retrasa la motivación a invertir, es precisamente no saber en qué hacerlo. Tal vez porque aún no se tiene suficiente dinero o la suficiente claridad sobre qué hacer con el dinero. Entonces surgen por todos lados nuevas maneras de gastar ese dinero, dinero que se va por el desagüe.
Pues bueno, es normal, a falta de visión no hay motivación. Entonces guárdalo, más adelante tendrás más dinero que te sirva para hacer una buena inversión incluso si no eres un experto, pero con suficiente capital podrías invertir en buenos negocios, además contar con una buena asesoría financiera. O a lo mejor habrás adquirido más conocimientos y experiencias que te permitan decidir qué hacer con el dinero.
A muchos les pasa, al no tener una visión clara carecen de la motivación para tener un fondo destinado a la inversión y todo el dinero que llega se le destina un único uso, gastos y compras, pues estos son los placeres inmediatos que nos ofrece el dinero.
Adquirir la motivación para un plan de ahorros, o más bien cultivar el hábito del ahorro es lo más importante, pues con la motivación adecuada será muy fácil caminar hacia la libertad financiera. Poco a poco se irá mejorando y se empezarán a ver oportunidades que antes estaban ocultas a la vista. La mentalidad de inversionista ser irá desarrollando con su debida práctica, el problema está en que al principio nos da miedo invertir el dinero, tenemos miedo de perder el dinero, o miedo a no ganar lo suficiente por nuestra falta de experiencia. Y eso se convierte en una excusa para no empezar un plan de ahorro e inversión, lo que termina por malgastar todos nuestros ingresos en sensaciones pasajeras que hoy se disfruta y mañana solo queda la ilusión fugaz.
¿Has tenido alguna vez esa sensación de qué podrías hacer algo mejor con tu dinero que comprar esto o aquello? yo si, cuando malgasto el dinero en compras y lujos que no son tan necesarios, no digo que no los compremos, solo digo que si multiplicamos nuestros ingresos y estos se vuelven residuales podremos darnos todos esos gustos, pero si antes de conquistar nuestra libertad financiera nos gastamos todo lo que recibimos, es muy probable que seamos esclavos por siempre de la misma actividad, pues si dejamos de trabajar entonces dejamos de ganar.
Si no sabes qué hacer todavía con tu dinero, no lo gastes, guárdalo. Ya llegará el momento en que sepas qué hacer con él, pero no lo malgastes, guárdalo entonces que aunque sea podrás ganar intereses, mientras tu dinero se mantiene a salvo de las garras del yo consumidor, se irá incrementando de a poquitos y estarás preparado para mayores inversiones.
