Con seguridad, a ti mismo al escuchar el título del artículo, se te vinieron a la mente algunos gastos innecesarios que realizaste en el pasado y de los cuales te arrepientes. Todos hemos sido algo irresponsables en algunos episodios de nuestra vida, y el problema no es haber cometido los excesos y malas decisiones financieras, sino no haber aprendido de ellas.
Las compras y gastos desmedidos, corresponden a los principales dolores de cabeza de la gente, para lograr unas sanas finanzas, endeudarse fuera de sus capacidades, pagar intereses excesivos, no poder ahorra y menos invertir, llenarse de bisutería que no aporta nada, y dar rienda suelta a un apetito voraz y desenfrenado de consumismo.
Uno de los errores frecuentes es ir a ver vitrinas, con la disculpa de que solo se va a cotizar y a observar las novedades. En los hombres sería un error garrafal dejarlo entrar a una tienda de tecnología y por el lado de las mujeres visitar las tiendas de moda y el vestuario. Se necesitaría ser muy disciplinado e insensible para no salir con alguna que otra compra absurda y que en realidad no necesitas.
Las facilidades de los medios de pago, las tarjetas de crédito y cargar con mucho efectivo en el bolsillo, también se puede convertir en la perdición de las finanzas personales. Si a ello, se le une la cantidad de celebraciones comerciales, en donde ya no queda casi ningún día en el año sin festejo que realizar, lo único que se logra es seguir degradando y complicando el manejo y administración juicioso del dinero.
Los cupones de descuento y promociones, son otros enemigos de los buenos hábitos de consumo, porque con el aliciente de ganarte un buen descuento, adquieres cosas y bienes que no necesitas, no vas a usar en el futuro, te endeudan, y te perjudican la adquisición de otros servicios fundamentales. En más, en algunas oportunidades el descuento no es real sino un espejismo, que lo único que buscan es enredar tu entendimiento para que gastes sin control.
La carencia de planeación hace que tus decisiones se realizan sin seguimiento ni control, porque no tienes un plan previo que te guíe y te oriente, te de la libertad y las limitaciones del caso. Si a la falta de planeación le sumas el libertinaje de las emociones, que ante la felicidad y optimismo te hace gastar sin medida, tu presupuesto financiero en el mediano plazo se verá seriamente afectado, y tus finanzas nunca saldrán del hoyo en que se meterán cada vez más en el fondo.
Vigila mucho los gastos y compras, a través de un plan de gastos e ingresos que oriente de tus capacidades y objetivos, dedica un presupuesto de dinero para botarlo si lo quieres pero que no pase de ese monto, y de esta forma tus emociones podrán actuar pero no en forma desmedida, y los descuentos no te harán el efecto dañino que persiguen.
Fuente: http://espanol.finance.yahoo.com/