Cuando eres empleado logras conseguir ingresos periódicos y estables, cuando te desempeñas en un negocio independiente también podrás recibir ingresos, pero en este caso variables, inconstantes y algunas veces más importantes. Sin importar el origen de tus ingresos, estos se podrán ir directamente al gasto y sin pena ni gloria, si te descuidas.
Si sabes mover tus fichas, desarrollas tu inteligencia financiera e inviertes tu dinero, lograrás que el dinero trabaje para ti, en lugar de tu simplemente pasarte la vida trabajando para conseguirlo. Tu independencia financiera y bienestar, lo alcanzas cuando encuentras las formas de que tu dinero te trabaje, se incremente, y genere riqueza.
Las primeras formas para lograr que el dinero se ponga a trabajar para tu beneficio, es invertirlo en un portafolio que integre, el corto y el largo plazo, el menor y mayor riesgo, la mayor rentabilidad y expectativas. Las acciones bursátiles, la compra de bonos, la fiducia, los depósitos bancarios, la compra y venta de divisas, entre otras.
Le siguen la compra de bienes en los que puedas incrementar su valor también en el corto y largo plazo, desde la compra y venta de mercancía, un terreno, una casa o apartamento, las joyas en oro o plata, hasta un negocio desarrollado o en proyecto con buenas perspectivas de salir airoso y generar importantes utilidades.
Las alternativas de inversión están listas y disponibles para todo aquel que las visualice y las desee, y por ello deberás desarrollar tu capacidad de observación, tu conocimiento financiero, saberte rodear, mantenerte actualizado y al día, empezar ya mismo a ahorrar, ampliar tus horizontes, romper paradigmas, generar ambientes propicios para que la prosperidad se asiente en tu vida.
Aprende de las formas como logras que las personas trabajen para ti y para la empresa, para aplicarlo al dinero. En el caso de las personas, debes definirles unos objetivos claros, darles los recursos, permitir la sinergia con el trabajo en equipo, asignarles tareas y responsabilidades, tiempos y presupuestos, incentivarlos para que alcancen su mejor desempeño, capacitarlos, y hacerles seguimiento.
¿Cómo aplicarías estos principios con el dinero? De la misma forma, determinar unos objetivos de inversión claros, asignar a cada objetivo unos recursos en dinero, desarrollar portafolios integrales de inversión que permitan el logro de mayores y mejores ingresos y sinergias, dejarte asesorar de profesionales expertos pero con tareas y responsabilidades claras, determinar en conjunto plazos para ahorrar e invertir de acuerdo con el riesgo y la oportunidad, incentivar con capital extra aquellas inversiones que lo ameriten por su potencialidad y expectativas, mantenerte en capacitación financiera y actualización del entorno y mercados, y por supuesto hacer seguimiento diario que permita actuar de inmediato cuando fuere necesario y mantenerte en tu posición con alto grado de conciencia.
Haz que el dinero trabaje para tu beneficio, aunque necesites cambiar y modificar algunas rutinas de ingreso y gasto, que tengas en la actualidad.