Con la crisis que se presenta a nivel mundial, es común que la mayoría de las empresas confiables, nos brinden cómodos pagos a plazo fijo. Sin embargo, esta modalidad hace que sin darnos cuenta, terminemos pagando entre un 20 % y un 30 % más del valor real del producto.
Si sumamos todas las compras que realizamos por medio de tarjetas de crédito, o cuentas corrientes que nos brindan las propias empresas, nuestros gastos anuales se incrementarán extremadamente. ¿Pero que pasaría si en vez de comprar en cuotas, modificáramos nuestras conductas, comenzando a pagar todo al contado?
El círculo vicioso
Muchas veces, tenemos la necesidad urgente de comprar un producto o acceder a un servicio, pero no disponemos de ahorros. Entonces, accedemos a pagar en cuotas, suponiendo que podremos solventar cada una de ellas hasta concluir con nuestro pago total. Pero muchas veces, no tenemos en cuenta los imprevistos. Entonces, utilizamos el dinero destinado a esa cuota mensual, para cubrir el imprevisto, endeudándonos con nuestra cuota. Al mes siguiente, debemos pagar dos cuotas juntas para ponernos al día con la empresa y tampoco llegamos a cubrir el gasto de dos cuotas juntas. Desesperados por la intimación de la empresa, buscamos otra nueva solución, por ejemplo un crédito flexible, y sin darnos cuenta, volvemos a caer en el endeudamiento de las cuotas. Y de una cuota mensual, incrementamos nuestro gasto a dos: la cuota del producto que hemos comprado, y la cuota del préstamo utilizado para pagar el endeudamiento de la primera cuota. Estas dos cuotas tendrán intereses, por lo tanto, terminaremos pagando casi el doble, de lo que hubiésemos pagado por ese producto al contado. Esto, forma parte del círculo vicioso del endeudamiento. Para salir de este círculo, tendremos que privarnos de muchas cosas y sólo acceder a los productos y servicios que seamos capaces de pagar al contado.
Beneficios de pagar al contado
- Ahorro de intereses. Este es el beneficio primordial. Si compras al contado no tendrás que pagar demás por el producto o servicio que adquieras. Quizás no lo notes mensualmente, pero si por cada compra que realices al contado, apartas los intereses que te hubiesen cobrado por la financiación, a fin de año, te encontrarás con un gran monto ahorrado, gracias a tus compras al contado. Haz la prueba y verás.
- Tiempo para pensar. Otro de los beneficios de pagar al contado es tener la posibilidad de elegir las prioridades y no comprar por impulso. Tal vez, ahorrando dinero en dos o tres meses, puedas llegar a comprar eso que tanto deseas. Muchas veces, al ahorrar el monto total, nos damos cuenta de que se trata de un gasto innecesario y terminamos destinándolo a un producto de mayor utilidad.
- Control de los gastos. El pago al contado brinda control en los gastos. Cuando pagamos con tarjeta de crédito, generalmente no llevamos registro de los gastos que realizamos hasta que llega el resumen mensual.
- Descuentos. Además de evitar los intereses, el pago al contado suele estar acompañado por descuentos importantes. No sólo podrás ahorrar los intereses que hubieses pagado por la financiación, sino que además accederás al beneficio del descuento.
Si destinas todo el dinero que pagarías por extensas cuotas a plazo fijo y el dinero de los descuentos que te ofrecen por pago al contado a incrementar tus ahorros, evitarás el endeudamiento y siempre tendrás dinero extra.