Todos hemos soñado alguna vez, muchos continúan aún soñando otros ya se «despertaron a la realidad» y dejaron de hacerlo. Pero, ¿qué hay de malo en soñar? es el primer paso para lograr algo. No se puede alcanzar un objetivo si primero no pasa por la mente. Solo inténtalo, intenta trabajar por algo, conseguir algo sin primero crear una imagen mental del objetivo.
El entusiasmo y la emoción que se genera cuando se cree en un sueño es fundamental, pues la motivación es el combustible que enciente tu motor. Ese hábito de soñar e imaginar nuestros objetivos son los que nos impulsan a alcanzarlo. Sucede que muchos se presentan con obstáculos y la actitud que adquieren es pragmática y fría. Todo lo calculan, afirmando que tienen los pies en la tierra. Y claro hay que tener los pies en la tierra, pero con la mirada en el cielo.
Cuando se imagina lo que uno quiere está dándole vida a un ideal, pero hay que trabajar por ellos, esta es la perfecta combinación. Hay quienes se quedan soñando y nunca ejecutan nada, mientras otros nunca sueñan y tampoco ejecutan nada, pues no tienen motivación para actuar. Si no sueñas ¿si no tienes metas o aspiraciones a dónde piensas llegar?
Ya cuando dejas de soñar empiezas a vivir el día a día, te vuelves conformista. Luchas por satisfacer tus necesidades, ya esas cosas que querías alcanzar o lograr se han ido al retrete porque renunciaste a tus sueños. Ya eres una persona «realista» y práctica que no se la pasa con fantasias infantiles sino que acepta las cosas como son. Esta actitud genera un conformismo por un estilo de vida pragmático que no se puede cambiar, pues así son las cosas.
Soñar no cuesta nada, y si no cuesta ¿por qué no hacerlo más a menudo? ¿que puede perder alguien por imaginar la vida que consideraría ideal y por qué piensa que no puede conseguirla? Si es tan lógico y pragmático entonces debería entender que siguiendo un método se puede alcanzar. Si imaginar tus sueños no le añade nada, si es tu esfuerzo y trabajo el que consigue las cosas, pues la solución es muy simple: esfuérzate y trabaja. Pero aquello que deseas se puede conseguir, y si se puede alcanzar cualquier cosa con trabajo duro, entonces por qué no disfrutar del proceso y alimentar tu vida con una sensación de felicidad y de logro al visualizar tus sueños y alcanzar la vida que realmente deseas.
¿Por qué conformarse con satisfacer las necesidades básicas y llevar una vida monótona, si puedes alcanzar lo que realmente deseas?