Las empresas como las personas tenemos una misión suprema en la vida, que es una constante sin importar el lugar en donde nos encontremos, “el Servicio a los demás”. Parece mentira pero es un fin supremo.
El servicio lo brindamos por todos lados, a veces en forma natural y en otras oportunidades de manera inconsciente, sea a la pareja, los hijos, los vecinos, compañeros de trabajo, y especialmente a los clientes y consumidores. ¿Qué pasa con el servicio a nosotros mismos?
La primera persona a la que debemos servir es a nosotros mismos, con la comida, el vestuario, la capacitación, el amor propio, la autoestima, la relajación y el crecimiento espiritual.
El servicio enaltece al ser humano, lo vuelve útil y necesario, le brinda satisfacción y bienestar, le permite alcanzar su misión y crecimiento, y cuando pones el servicio como objetivo te permite lograr la paz y felicidad plena. No existe placer más grande que hacer
algo por los demás, lo ves cuando lo prestas en forma natural con tus hijos y seres queridos, y lo puedes amplificar cuando lo irradias a todo aquel con quien te topas.
Somos seres de servicio y como tales debemos primero ganar conciencia de ello, para que la actitud de servicio fluya en forma espontánea. No se requiere realizar acciones de servicio elaboradas y complicadas, un simple saludo y respeto a la persona de al lado,
sería un buen comienzo. Ayudar a la persona desorientada, acoger al extranjero asustado, felicitar al que realizó un buen desempeño, pero sobre todas las cosas no hacer daño ni agredir, alejar todo vicio de competencia desmedida que lo único que persigue es una
vanidad efímera.
Si deseas el bienestar para tu vida, sea en el ámbito personal o profesional, la actitud de servicio es una excelente competencia a desarrollar, porque te hace un buen ser humano, te orienta y enfoca en las cosas importantes, el destinatario y el objetivo, las necesidades
y su satisfacción, los resultados y la efectividad, los sentimientos y la pasión. El servicio moviliza la energía y la canaliza en forma productiva, y de la misma forma como el efecto mariposa, contagia a los demás para que actúen y sientan de la misma forma.
El servicio te permite siempre ganar a diferencia de otros objetivos, no pone límites ni genera desasosiegos, nunca da sinsabores ni tristezas, solo cosas buenas y prosperidad te brinda, y mucho bienestar te entrega. Intenta ser un Ser de Servicio, y verás muy pronto el
placer y felicidad que obtienes a cambio.