Cuando se desarrolla una mente de estratega, se suelen abordar los proyectos desde diferentes ópticas, y prever un sin número de contingencias para enfrentarse a las diferentes eventualidades del destino. Dentro de los supuestos, se emplean los escenarios más pesimistas, para que al buen estilo de las pruebas financieras denominadas como ácidas, desnuden la situación más crítica, y te preparen para lo que sea y donde sea. Esta práctica usual de los negocios no se nos puede volver una costumbre en nuestra vida, porque meditar en los escenarios más desfavorables no siempre es benéfico para nuestro bienestar y prosperidad.
La mente es tan poderosa que puede hacerte creer lo que piensas sin discusión, logrando que sientas con tanta o más intensidad que la realidad misma. Por ejemplo, una angustia o un miedo o una tristeza, la sentirás igual o más fuerte, vivirás el peligro, sufrirás las desgracias, padecerás los celos, y te consumirás en la depresión, a pesar de que todo sea una simple fantasía y unas escenas de cine orquestadas por ti mismo, en donde tu has sido al mismo tiempo, el guionista, director y protagonista. Lo más triste del cuento, es que estos juegos de la mente, nunca se convierten en realidad, pero si te hicieron sufrir sin razón.
Si te vas a morir, ¿por qué debes hacerlo dos veces?, es mejor esperar el momento definitivo para enfrentar lo que ha de venir, ni un minuto antes. Es desgastante e inútil, sufrir y padecer antes de tiempo. Sin embargo, descubrirás con facilidad que tu mente se
acostumbra a divagar por los senderos del pesimismo, anticipando lo peor del mañana, y evitando que disfrutes del presente.
Como todo hábito, la forma de erradicarlo es con el deseo de eliminarlo de tu vida, y como todo pensamiento dañino, la forma de eliminarlo es reemplazándolo por otro pensamiento, pero en este caso positivo. Utiliza todas las herramientas que dispones a tu alrededor para argumentar y pensar que el futuro va a salir bien y que se puede esperar los mejor de él.
Que las noticias malas llegan rápido, que lo inevitable no se puede eliminar, que todo va a salir bien, y que el bienestar inundará el entorno sin importar donde te encuentres.
Piensa bien y todo te saldrá bien, piensa los malo y desafortunadamente lo padecerás ante de tiempo. No anticipes las desgracias porque las atraerás, en vez de ello proyecta optimismo y el entorno se confabulará a tu favor para que los deseos se cumplan.
Recuerda que en la mente tu eres el jefe, y lo que te propongas lo lograrás, lo que sientas así recibirás. Así que no te arriesgues a pensar lo malo antes de tiempo.