Lo que tienes hoy en tu vida es el resultado de lo que has pensado en algún momento del pasado, ¡oh sí! Encuentro muchas personas que me dicen durante sesiones: «Pero yo no quiero vivir esto, como es posible que yo lo haya creado». Mmm, sí, probablemente no hayas pensado vivir lo que vives actualmente, pero seguramente pensaste o pusiste tu atención en lo contrario de lo que deseabas, y ¡voila! El universo responde a tus pensamientos dominantes.
Vivir la vida que deseas para ti comienza con la simple, aunque no siempre fácil tarea, de cuidar tus pensamientos, ya que estos comienzan como una simple idea, que pasado el tiempo y si tu atención sobre ellos crece paulatinamente se volverán más fuertes y poderosos. Piensa por un momento en la película de «La Aldea», y en como aquellas personas a través de infundirles el temor de unas extrañas criaturas a los niños y jóvenes lograban mantenerlos lejos del bosque, o bien, donde ellos querían que estuvieran: En la aldea sin ver el mundo y punto.
Todo comienza con tus pensamientos que poco a poco se vueolven más poderosos, a fuerza de repetirlos una buena cantidad de veces y de prestarle tanta atención que se vuelven creencias, una vez hecha creencia comienzas a atraer experiencias y personas que estarán en sintonía con tu creencia, y el siguiente paso lógico es… «Esto es cierto», «así es la vida», «esto es real». Y si un buen número de personas alrededor albergan creencias similares con más razón se reforzará esa creencia como «la realidad». «La vida es cruel, mira como nos trata a nosotros».
Cuida tus pensamientos porque se volverán creencias, cuida tus creencias porque se volverán hábitos y estos crearán tu vida.
Darte cuenta de tu dialogo interno es el primer paso para cuidar tus pensamientos, y reconcoer si están colaborando a crear la realidad que deseas, o más bien te están alejando de ella. Esto es simple de identificar, aunque nadie dijo que fuera fácil de reenfocar, máxime si llevas años de tu vida acostumbrado a dar rienda suelta a tu mente y tus pensamientos dominantes son catastrofistas, negativos o limitantes. Lo primero es darte cuenta de ellos y su naturaleza. Este es el punto medular en donde mucha gente se desanima con técnicas de PNL, meditación, visualización, etc. pues al cabo de los primeros intentos se rinde al no poder controlar sus pensamientos dominantes. Esto es un proceso y se lleva un cierto tiempo reenfocarlo hacia otro punto de atracción. Es como querer frenar un tráiler cargado que viene a 200 km/hora y esperar que inmediatamente se detenga para dar la vuelta en «U».
Si deseas guiar tus pensamientos y reenfocarlos por pensamientos positivos, constructivos que te acerquen más a donde quieres llegar en lugar de que te alejen, ten la perseverancia y la determinación de hacerlo, sin desanimarte si no te sale a los primeros intentos.
Recuerda que un hábito se forma con la repetición constante de una conducta. Piensa y céntrate en lo que realmente deseas como un primer paso. Y por favor sé consciente que tus deseos pueden llevarse un tiempo considerable en manifestarse. Creer que después de años de pensamientos dominantes negativos pensar positivamente por una tarde será suficiente para volverse rico es una forma muy sutil de autosabotaje. No son las palabras que dices lo que atrae a tu vida lo que deseas o no deseas, es tu vibración, y si deseas mejorar la vibración que ofreces al universo para que manifiestes lo que sí deseas, puedes comenzar a hacerlo en nuestro «Seminario Las Claves del Éxito y la Abundancia».
Por: Edgard Ramírez — Instituto Sistémico: Éxito y Prosperidad